En la actualidad muchos padres se sienten sobrepasados por esta problemática, no son capaces de hacerse valer por si mismos y que sus hijos obedezcan y logren lo que es importante para sus padres.
En este libro de Anne Baccus de 100 ideas para que los niños te obedezcan sin gritos ni amenazas, a través de consejos tan sencillos como dejar de gritar, dar autonomía y aprovechar los momentos de calidad en familia, podemos generar pequeños cambios en nuestros hijos para mejorar su confianza, forjar una disciplina efectiva, respetar una autoridad, proporcionar a los padres unas herramientas efectivas para lograr una correcta disciplina y lograr que tus hijos obedezcan.
Como utilizar las herramientas de motivación para que los hijos realicen lo que nosotros queremos, aplicar el lenguaje para generar autoridad sobre ellos, herramientas para corregir su actitud y por último un decálogo para mejorar la disciplina, para empezar a ver como tus hijos obedecen a sus padres.
¿Qué lugar deben ocupar la autoridad y la disciplina frente al diálogo, la apertura al mundo o el respeto al niño?
Confianza en ti mismo
● Recupera tu intuición. Busca la lógica y confía en tu hijo.
● Encuentra tu estilo educativo sin compararte con los demás. Obligación de educarlos para el futuro, fuerte y protegidos.
● No tienes que hacer nada para que te quieran. No tengas miedo de perder el amor.
● Ten la seguridad de que amar muchísimo no es perjudicial. El niño necesita ser querido de manera incondicional, haga lo que haga.
● Asume, tranquiliza y está presente.
● Apóyate en un vínculo sólido. Ofrecerle una atención positiva cuando la conducta es buena.
● Acepta que debes cambiar. Tú también tienes que cambiar.
● Detecta y respeta tus propios límites.
● Aprende qué puedes esperar de tu hijo. Ten en cuenta su edad y su carácter.
● Descubre cómo piensa tu hijo. Expectativas, necesidades y prioridades.
● Poneos de acuerdo en lo esencial. Coherentes y de acuerdo en lo importante para ver como tus hijos obedezcan poco a poco.
● Elimina las prisas y el estrés. Actuar con calma es más eficaz.
● Protege al niño de ciertas influencias externas. Explicaciones progresivas para que el niño aprenda a protegerse.
● Piensa en ti. Protege también tus derechos, no te sacrifiques siempre.
● Protege tu relación de pareja. Que no se meta en el medio.
Autoridad y Disciplina
● Conviértete en autor, crea discípulos. Expectativas en normas, límites, consecuencias positivas, para tolerar frustración y perseverancia.
● Acepta que eres el jefe. Tú eres el que mandas.
● Educa con el ejemplo. Sé un buen modelo.
● Mantén la calma. Cada uno es responsable de su emociones y cómo las expresa.
● Encuentra tu técnica para mantener la calma. Darle un abrazo y demostrarle amor.
● Controla tus emociones. Sobre todo las negativas, evita gritos y violencia.
● No busques la paz a toda costa. No cedas y que asumas las consecuencias de sus actos.
● Espera que tu hijo te obedezca. Dale alternativas, para que vea que si no lo hace perderá algo.
● Una conducta rentable se reproduce siempre. Refuérzalo con consecuencias positivas.
● Entiende bien el juego de la oposición. Utiliza una actitud constructiva ante el no.
● Se constante y coherente. Establece bien los límites.
● Acepta que disciplinar es una tarea ingrata. No tengas miedo a decir que no. No evites el conflicto.
● Desarrolla la confianza del niño en sí mismo. Potencia el autoestima, déjale experimentar y potencia su independencia.
● Distingue entre deseos y necesidades. Cómprale las necesidades, pero no caigas en sus deseos y lograrás que tus hijos obedezcan poco a poco.
● Enseñale a controlar sus impulsos. Que se esfuerce en controlar su ira y frustración. Se ejemplo con él para reforzar que puede conseguirlo.
Herramientas para una disciplina efectiva
● Empieza desde el primer día.
● Apóyate en el entorno. Seguro, Sencillo, Enriquecedor y Limitado.
● Identifica el problema con precisión. Un problema cada vez, busca una solución con objetivo concreto.
● Deja de discutir con tu hijo. Evítalo, díselo con firmeza y pon consecuencias para lograr que tus hijos obedezcan.
● Céntrate en lo positivo. Evita la culpa y lo que va haciendo bien.
● Apóyate en la rutina y en las costumbres. Rituales con claridad y rigor.
● Elimina el refuerzo. Detectar las recompensas ocultas.
● No atiendas a las conductas no deseadas. Retira la atención y no hagas caso omiso.
● Instaura normas. Claras, comunes, flexibles, razonables y estables.
● Tolera deslices. Las normas están para regular la vida y gestionar las relaciones, y no son cumplidas al pie de la letra.
● Define los límites. Dan seguridad.
● Prevé, anticipa y prevén. Avisa antes de las consecuencias de no cumplir.
● Exige en el momento adecuado. Informar con antelación.
● Escoge las batallas. Céntrate en lo que verdaderamente valga la pena para empezar a ver resultados y tus hijos obedezcan
● Utiliza el reloj y el temporizador. Pon tiempo a las tareas para quitar la subjetividad.
● Acepta los compromisos. Soluciones que todos ganen.
Lenguaje de la autoridad
● Di no o basta y dilo en serio. El tono de voz, gestos y mirada para comunicar con seriedad el no.
● Dota de significado las palabras. Y cumple con el significado de ellas. Y cumple tus amenazas.
● Limita los noes. Ofrece alternativas, preguntas, en vez de decir no.
● Evita los peros. Elimínalos, generan malestar.
● Empieza por el sí. Contesta que sí, pero a cambio de acción.
● Habla el idioma de los pequeños. Comunica cuerpo, emoción, ojos, ponte a su altura.
● Aprende a callar. Evitarás conflictos, ayúdate del silencio.
● No razones antes de tiempo. A veces no entienden tu mensaje, y debes ser estricto, hasta que lo entiendan.
● Habla en primera persona. Describes tu emoción y tus dificultades.
● Pídelo con buenos modos. Sencillo, breve, preciso, tranquilidad con contacto visual, y que te lo repita.
● Encuentra las palabras adecuadas. Ve a lo sencillo y básico, para que sea eficaz.
● Comunica en positivo. Practica la escucha activa para entenderlo, y le ayudará a expresarse.
● Explica brevemente tus peticiones. Explícaselo sin justificación, no tienen que estar de acuerdo, eso hará que tus hijos obedezcan poco a poco.
● Recurre al sentido del humor. Confía en las risas con tu hijo, para relajar el ambiente, sin que suene a burla.
● Contén las críticas. Provoca el efecto contrario y se resistirá a eliminar la conducta.
● Modera las explicaciones. Ahorra palabras durante el conflicto, y retoma la conversación tras la calma.
● Evita la ira. Sus consecuencias son más graves que las causas.
Herramientas eficaces de motivación
● Ofrece opciones limitadas. Para gestionar mejor la frustración, pero medita las consecuencias.
● Divide la tarea para simplificarla. Para que la tarea sea motivadora y retadora.
● Valora lo que va bien. Valora los cambios positivos para reforzar.
● No compares jamás. Tu hijo es único, y compararlo solo con él.
● Evita las etiquetas. Para que no se conformen con lo que se espera de ellos o piensas.
● Aprecia y alienta. Apoyarlo en su esfuerzo es esencial.
● Aumenta la frecuencia de las conductas positivas. Para reforzar las buenas conductas y sean adquiridas.
● Elogia y felicita. Que se centre en la conducta del niño con sinceridad, que sea inesperado, para aumentar su autoestima.
● Debes saber recompensarlo. Recompensas por la conducta, pero expón lo que quieres.
● Escoge bien las recompensas. Que complazca a tu hijo, aunque a ti no te guste, para hacer que tus hijos obedezcan
● No uses la comida ni la cama como recompensa o castigo. Evita recompensas materiales.
● Firma un contrato con tu hijo. La conducta deseada requiere tiempo y esfuerzo, y manifestar regularmente.
● Consigue que el contrato funcione. Escucha y debate.
● Aprende la técnica de resolución de problemas. Define el problema y soluciones posibles, evalúa las y toma acción.
● Acuérdate de recordar. Dejale miguitas de pan.
● Perdona y olvida. No guardes rencor y olvida.
Herramientas para corregir y tus hijos obedezcan
● Responde de forma sistemática. Cuando lo cometa, sanciona. Después escucha lo que te tenga que decir.
● Distrae y redirige a los más pequeños. Redirige para evitar más problemas.
● Cuenta uno, dos, tres y avisa antes de actuar para que tus hijos obedezcan
● Ofrece la posibilidad de reparar o volver a empezar. Pídele que repare la acción y vuelva a empezar.
● Decreta una pausa obligada. Cuando comete la infracción, pídele que pare y vaya a su habitación.
● Decide dónde aislarse. Dónde debe ir a hacer la pausa.
● Deja que las consecuencias naturales sigan su curso. Refuerza las consecuencias para que siga a salvo peligro.
● Aplica las consecuencias lógicas. Consecuencia directa y clara sin comentarios.
● Castiga con mesura. Castiga cuando sea necesario.
● Inventa el castigo pertinente. Debe ser proporcional a la acción. Sé original y personalízalo.
● Priva o sanciona con moderación. Castigos eficaces y justos para que tus hijos obedezcan.
● Aprende a reaccionar cuando el acto es grave. Propón que haga una buena obra para recapacitar.
● Evita los azotes, las bofetadas y los golpes. No tienen eficacia y no sirven para nada, porque no apuntan a la conducta.
● Recupérate después de la azotaina. No te fustigues y reconcíliate.
● No te dejes impresionar ni intimidar. No te sientas culpable ni crédulo.
● Corrígelo también en público. Anticipa el problema para evitarlo, gestionarlo en situ el problema.
● Pide perdón. Se modelo y pide disculpas sinceras. Aprende a reflexionar sobre lo que ha hecho.
● Actúa en caso de conflicto abierto. Ofrece alternativas, acepta el llanto, y protégelo si es pequeño.
● No lo avergüences, ni lo humilles ni le hagas daño. No le hagas sentir culpable, respétalo y no pronuncies palabras hirientes.
● Evita las amenazas graves. Avisa de las consecuencias, y evitarlas si no estás dispuesto a cumplirlas.
● Sal de escena y respira. El silencio te nutre, sal del conflicto, respira con tranquilidad, la calma y el control de la situación.
Decálogo de la disciplina
Te voy a dar diez puntos clave para ejercer una disciplina y un consejo que resume para que tus hijos obedezcan, los diez puntos de la disciplina, que el uso del sentido común y revisa estos diez trucos productivos para ser un padre exitoso
1. Un niño sin disciplina no se siente querido. No adquiere confianza.
2. Disciplina es un conjunto de normas limitadas y razonables.
3. Las normas deben partir del conocimiento y edad del niño.
4. La aplicación es ingrata, así que tengo que aguantar.
5. La autoridad se apoya en la tranquilidad, calma y confianza.
6. La autoridad se ejerce mediante actos.
7. La autoridad y autorizar, cuando es que si y cuándo es que no.
8. La educación funciona mejor siendo positivo, entusiasta y alegre.
9. La educacióm para el largo plazo.
10. Ocupan un lugar importante, pero no todo el lugar.
11. Aplicación del sentido común para que tus hijos obedezcan.
Recuerda
No olvides seguir mis consejos e ideas para padres solteros productivos para mejorar la relación con sus adolescentes en mi Blog.
