Las mejores ideas y resumen del libro de Adele Faber y Elaine Mazlish, “Como hablar para que a los adolescentes le escuchen y como escuchar para que ellos te hablen”.
Es una guía dónde nos ofrecen las herramientas necesarias para ayudar a nosotros mismos primero y después ayudarles a los adolescentes a florecer en una etapa difícil de cambios en su vida.
Vivir con un adolescente puede resultar muy abrumador, para los padres, porque a veces pasan de ser nuestros niños cariñosos a convertirse en un instante en jóvenes independientes que ya no necesitan para nada a sus padres.
Empiezan a desarrollar sus propios pensamientos, valores, gustos y necesitan un acompañamiento en esa etapa difícil de transformación en su vida, y para ello necesitamos comprender y entender ese proceso de crecimiento personal.
Esta guía te ayudará a construir una relación más comunicativa y menos conflictiva con sus adolescentes, en la que cometerás errores y aprenderás un montón de los propios regalos que nos producen nuestros adolescentes.
3 Ideas para que a los adolescentes le escuchen
Crear un ambiente de confianza en casa, para que ellos se sientan libres de expresar todas sus preocupaciones y sentimientos, para que sea más fácil que escuchen los nuestros.
Humor, fantasía, hacer algo inesperado que les sorprenda y divierta, elogio constructivo, dar nuestra opinión sin juzgarles, escucha activa, son la receta para conectar con ellos para que te escuchen y confíen en ti para contar siempre contigo al expresar sus sentimientos.
Demostrar a vuestros hijos cada día el respeto, el amor y el aprecio que sentís por ellos al reconocer sus sentimientos en cualquier problema, siempre valorarlos para que sean ellos mismos los que empiecen a valorarse.
Introducción para comenzar a que tu adolescente te escuche
Perdida del antiguo y estrecho vínculo, confianza, de ser necesario, de nuestro rol protector, y esos sentimientos de pérdidas, nos producían nuestros mayores miedos con nuestros adolescentes.
Había dos enfoques distintos, haz lo que digo o haz lo que quieras, pero ambos impiden toda posibilidad de comunicación con ellos, porque los adolescentes necesitan poder expresar sus dudas, confiar sus miedos y explorar posibilidades con un adulto que les escuche sin hacer juicios de valor y les ayude a tomar decisiones responsables.
01 – Abordar los sentimientos
Es bueno intentar recordar que fue lo mejor de aquella época de nuestra vida, para comprenderlos mejor. Pero también darnos cuenta de las grandes dificultades de esta época tormentosa de nuestra vida, y ver la relación con nuestros padres, que realmente eran comprensivos con nosotros.
Mis padres anteponían sus necesidades a las mías, convirtiendo sus problemas en los míos. O te exigían en exceso o te sobreprotegían demasiado, no tenían término medio, porque los padres aun con buena intención pueden hacer mucho daño a sus hijos.
Es imposible protegerles de todos los peligros del mundo actual, evitarles la agitación emocional de su adolescencia, y liberarles de una cultura popular que les bombardea con mensajes malsanos. Pero necesitamos ser capaces de crear un ambiente en casa en el que los jóvenes se sientan libres para expresar sus sentimientos, será más fácil que ellos estén dispuestos a oír los nuestros.
Es muy duro para nosotros oír a nuestros hijos adolescentes expresar su confusión, resentimiento, enojo o desánimo. Porque no podemos soportarlos a veces, pero simplemente necesitan que les escuchemos, que aceptemos sus sentimientos, para que sean ellos los que resuelvan sus propios problemas.
Consejos para que tus adolescentes le escuchen
Tenemos que ser capaces de que aborden sus sentimientos y los expresen, permitiendo que la emoción salga y vivan sus propias emociones.
Necesitan verbalizar sus pensamientos y sentimientos, para afrontar la realidad y reaccionar.
Necesitan comprensión por sus padres, para que ellos puedan centrarse en lo que realmente tienen que hacer.
A veces necesitan es aceptar la realidad, por eso es bueno darles lo que quiere con cierta fantasía, para que lo comprendan mejor.
No podemos dejar nuestros criterios y ceder a sus presiones, vamos a aceptar los sentimientos y redirigir la actitud inaceptable, con un poco de empatía para que terminen aceptando los límites marcados.
Cambiar nuestro modo de escuchar, empleando un lenguaje nuevo para comprenderlos más fácilmente.
Se trata de intentar poner palabras a lo que crees que tu hijo siente y no decir lo que tú sientes.
El adolescente necesita saber tu opinión, valores y creencias desempeñan un papel esencial en el momento de definir sus elecciones.
Necesitan que les escuchemos, nombrarles ese sentimiento que tienen, y que puede expresar sobre lo que sienten, que nosotros pondremos una escucha activa sin juzgarlos, para que sean ellos mismos los que encuentren la solución, con una simple guía por parte nuestra y así lograras que los adolescentes le escuchen.
En vez de dar nuestra opinión, solo necesitan comprensión por nuestra parte, no necesitan que les digamos lo que tienen que hacer, sino comprender sus sentimientos y apoyarlos siempre para ganarnos su confianza.
Hacerles sentir participe de la situación, entender que algo le molesta para que te lo cuenten, es importante comprender como se siente ellos para admitir los sentimientos del adolescente.
Verbalizar los pensamientos y sentimientos, reconocerlos con nuestras palabras, imaginar una respuesta de fantasía para que enfoquen la realidad y redirigir su actitud al aceptar su sentimiento.
02 – Aún vigilamos
Los adolescentes todavía necesitan cierta vigilancia en el día a día, pero debemos afrontar que se responsabilicen y acepten las consecuencias de sus actos, no necesitan que les digamos constantemente lo que tienen que hacer, porque sienten que es una obligación impuesta y no se responsabilizan de sus acciones.
A veces la petición más simple y más razonable puede ser causa de una discusión breve o una larga batalla. Porque los estamos echando la culpa y acusando, ofendiéndoles, amenazándoles, imponiendo órdenes, dando sermones, advertencias, actitudes de mortificación, utilizando el sarcasmo, comparándoles con los demás, profecías que no se cumplen, usamos diferentes estrategias nada productivas para comprenderlos y así vemos que los adolescentes le escuchen.
Una actitud y un lenguaje respetuoso contribuyen a que nuestros adolescentes nos escuchen y cooperen.
Estrategias para persuadir a los adolescentes y les escuchen
- En vez de órdenes, que generan resentimiento y resistencias, describe el problema, para que ellos participen en la solución.
- En vez de arremeter contra ellos, que les produce retraerse o contraatacar, necesitan describir lo que nosotros sentimos, para que ellos les resulte más fácil escucharnos y que colaboren.
- En vez de acusar, y activar su modo defensa, les informamos de forma sencilla y respetuosa para que asuman su responsabilidad en lo que tienen que hacer.
- En vez de amenazar o dar órdenes, que les genera rebeldía o estar de mal humor, ofrecer opiniones que satisfagan sus necesidades.
- En vez de sermonear, porque no van escucharte, decirles una sola palabra para que se centren y realicen lo que les pedimos.
- En vez de señalar lo que está mal, porque no atiende a nuestros comentarios críticos, comunicar nuestras expectativas y valores para que escuchen mejor y se adecuen a ellas, si son respetuosas y claras.
- En vez de reprimendas, porque desaprobaran constantemente a sus padres, hacer algo inesperado que les sorprenda fomentando el buen humor y cambiar la crítica por un ambiente de colaboración.
- En vez de dar la lata, al funcionar lentamente a una petición razonable, ponerlo por escrito para que llegue el mensaje dónde la voz no alcanza a veces.
El modo en que abordamos las cosas del día a día, los asuntos cotidianos, es lo que establece una base para tratar los demás problemas que nos preocupan.
Hacer una lista con tres responsabilidades que quieres hacer, les puede ayudar a comprometerse con ellos. Sorpréndelos haciendo algo divertido para conectar con ellos y te cuenten sus problemas. Algo que suene divertido y los descoloque, y les invite a tomar acción.
03 – Castigar o no castigar
El castigo a mí me hacía menos responsable, porque te incitaba a realizar más, cuando éramos nosotros los adolescentes. Los efectos perdurables y colaterales del castigo eran mayores, haciendo más grande el problema a largo plazo, aunque lo resolvería en el corto, porque se desaniman y pierden la confianza en ellos mismos.
Con lo cual vamos eliminar el castigo como método de disciplina, buscando alternativas como comunicar los sentimientos, comunicar las expectativas, enseñar a corregirse, ofrecer alternativas o actuar.
Cuando das una reprimenda, es bueno decir las cosas claras, decir lo que sientes, lo que esperas, para que luego tengan la oportunidad de responsabilizarse de su actitud y recolocas el poder en manos del adolescente.
Tienes que tener una actitud nueva con el adolescente, porque lo fácil es usar el castigo, para ayudar a tu hijo tome responsabilidades.
No tienes que cerrarle la puerta totalmente, sino darle otra oportunidad, puede afrontar lo que ha hecho e intentar cambiarlo, porque todavía puede invertir lo malo por lo bueno.
Nuestro objetivo al actuar no sólo consiste en poner fin a una actitud inaceptable, sino también dar a nuestros hijos la oportunidad de aprender de sus errores, de enmendarse.
A veces el problema es más complicado de lo que parecía a simple vista, que habrá que emplear más tiempo y recopilar más información para así comprobar que los adolescentes le escuchen.
04 – Soluciones consensuadas
El primer paso tras indicar el problema, es hacer que el adolescente cuente su versión de la historia, dejando vuestros sentimientos fuera y simplemente escucharlo, comprenderlo para después sea él, quien te escuche, para encontrar una solución idónea para los dos.
Para lograr su cooperación, empecé por describir el problema, le ofrecí información, alternativas, escribí notas y utilice un poco el humor para conseguir que mis adolescentes le escuchen.
Necesitamos dejar que el adolescente exponga su punto de vista, después exponer el nuestro e invitar al adolescente a buscar soluciones consensuadas y llegar a un acuerdo que beneficie a ambos.
Anota todas las ideas que os surjan, no juzguéis ninguna, buscar la que estéis de acuerdo los dos, y encontrar el modo de ponerlas en práctica.
Cuando los padres dedicaron tiempo para sentarse con sus hijos adolescentes y probar con la estrategia de resolución de problemas, tuvieron experiencias totalmente únicas. Esto nos ayuda a ver lo que realmente pasa por la cabeza de nuestros adolescentes, buscar entre los dos, las soluciones constructivas al problema.
No hay que rechazar ninguna sugerencia de un adolescente, puede que la peor idea saque las mejores.
05 – La sesión con los chicos
Entenderse exige que seamos capaces de escucharnos entre nosotros y que nos esforcemos por comprender el punto de vista de la otra persona.
A veces gritamos y decimos cosas que les incomodan mucho pero que no se las deberían tomar tan a pecho, porque ni siquiera queremos decir eso.
Estrategias e ideas que ayudan a la gente a entenderse mejor en sus relaciones, tanto con sus padres como sus amigos y resto de la gente.
06 – Sobre sentimientos, familia y amistades
El modo en cómo las palabras que usamos para comunicarnos afectan al modo en que nos relacionamos afectivamente, pero no debemos fingir y decir cómo te hace sentir.
Muchas veces los adolescentes fingen que no le molesta algo, para proteger la relación y encajar en el grupo. Porque tus amigos influyen mucho en tus comportamientos, y a veces sino te adaptas, te dejan a un lado.
La cualidad que más valoráis en un amigo es la capacidad de escuchar, aceptar y respetar lo que queréis decir, y así entender como tus adolescentes le escuchen.
En vez de ofender, escuchar asintiendo y usando sólo interjecciones, para comprender con un simple gesto, para que tu amigo se siente y piense mejor.
En vez de no admitir ideas y sentimientos, verbalizar los pensamientos y sentimientos, para que sea más fácil hablar con alguien que admite tus sentimientos y te permite llegar a tus propias conclusiones.
No desestimes sus deseos, concede con fantasía lo que no puedes dar en realidad. Es más fácil afrontar la realidad si un amigo nos concede lo que queremos con la fantasía, lo que la realidad no puede darte.
Los sentimientos tienen que reconocerse, en vez de no admitirlos es mejor reconocer los sentimientos con una interjección o una palabra.
07 – Padres e hijos juntos
Cuando los padres se sienten frustrados a veces dejan ir expresiones de enfado, porque los adolescentes escuchan mejor si se les dice lo que uno siente en vez de decirles lo maleducados que son y lo equivocados que están.
Cuando se ofende a los adolescentes, ellos tienden a responder con la misma actitud porque los padres están más dispuestos a escuchar cuando se les dice lo que se siente en lugar de expresar lo que ellos no hacen bien.
En el elogio a los adolescentes en vez de valorar necesitan verbalizar lo que sienten, describir lo que se ve, porque una descripción elogiadora de sus esfuerzos o logros siempre es bienvenida.
Una descripción sincera y entusiasta resulta más fácil de aceptar, que un simple elogio valorativo. Para que tengan en cuenta sus puntos fuertes y lo valoren.
En vez de un elogio simple, describe la situación para que los adolescentes entiendan mejor el mensaje y se sientan más valiosos.
Necesitamos cómo expresar nuestra irritación de formas más constructivas que dolorosas.
Cambia la acusación por expresar lo que sientes, y decir tus deseos y expectativas con ellos para que tus adolescentes le escuchen.
Cambiar el elogio por describir la acción y como te sientes.
08 – Hablar del sexo y las drogas
En vez de trasmitir repulsa o castigo, necesitamos mantener una conversación en tono de voz neutro, para sacar provecho de la información, haciendo preguntas generales y nada personales. Para después expresar tu punto de vista, tras lo que te comenten para que tus adolescentes le escuchen.
El tema del sexo es demasiado importante y complejo como para abordarlo con una sola sesión, es preferible buscar charlas breves en momentos cotidianos, en vez de una gran charla. Los hijos quieren saber que piensan sus padres, más que una lectura de un libro sobre sexo, para valorar nuestra información y nuestras expectativas.
Tenemos que transmitirles nuestros valores adultos y proporcionarles directrices a las que acogerse, para que definan unos límites.
Creo que si los adolescentes se consideran suficientemente adultos para disfrutar de las relaciones sexuales, tienen que estar preparados para actuar como personas adultas, pensar en las consecuencias y en asumir la responsabilidad.
Si aceptamos a nuestros hijos tal como son realmente, les proporcionamos un don inmenso: la fuerza para ser ellos mismos, y el valor para empezar a enfrentarse a los prejuicios del mundo exterior.
Aunque los adolescentes conozcan los límites, tienen que ser capaces de escucharos en lo importante, para tener más confianza para escucharse sí mismos y definir ellos sus propios límites.
Cuatro posturas para que nos escuchen
Tenemos que dejar claro a nuestros hijos que los padres estamos informados, implicados y dispuestos a hacer lo que sea con tal de protegerlos. Tienen que sentirse suficientemente cómodos como para preguntar, responder y analizar vuestros pensamientos y sentimientos.
Aprovechar pequeñas ocasiones para hablar de drogas, sexo o cualquier problema al leer un periódico, ver la televisión o cualquier momento, que tienen las defensas bajas.
Si ya se encuentra atrapado hay que confrontar al hijo adolescente con el problema, volver a analizar los riesgos , reafirmar los valores y expectativas como padres.
Escuchar su opinión al respecto, infórmate de lo que ocurre en la calle, pide ayuda a un profesional, pero estate en acción para dominar las estrategias.
Al mantener una postura abierta frente a los sentimientos de los adolescentes, al solucionar juntos los problemas, al animarles a fijar objetivos y a realizar sus sueños demostráis a vuestros hijos cada día el respeto, el amor y el aprecio que sentís por ellos. Es importante valorarles a ellos, para que ellos se valoren a ellos mismos.
Conclusiones para que los adolescentes le escuchen
- Buscar pequeñas ocasiones para hablar de sexo y drogas es fundamental.
- Los sentimientos, la cortesía, las palabras, evitar los castigos siempre es tenido en cuenta, para comprenderlos mejor.
- Cometeremos errores, pero los afrontaremos e intentaremos corregirlos.
- Las diferencias no tienen que vencernos, se puede resolver con escucha respetuosa, creatividad y perseverancia.
- Todos nos sentimos valorados, por lo que podemos llegar a ser.
- Cada día brinda una nueva oportunidad para conocer a tu hijo, son el regalo de nuestro futuro.
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