Normalmente la sociedad nos tiene continuamente la receta de que somos malos padres y así de fácil nos pone como pierdo los nervios fácilmente ante nuestros hijos, que nuestros padres sabían cómo educarnos con mano dura y que nosotros estamos haciendo niños autoritarios y tiranos.
Partiendo de la premisa que ser padres es una tarea complicada y más si hemos decidido divorciarnos, las papeletas son todavía más difíciles, pero espero que este artículo te tranquilice porque es posible educar como padre soltero a tu hijo.
Comienzo a ver como pierdo los nervios y para ello te voy a dar unas claves para gestionar nuestras diez situaciones más frecuentes, que nos pueden ocurrir.
Estamos de acuerdo, que los padres siempre quieren hacer lo mejor para sus hijos y formar a su adolescente en un adulto responsable, autónomo e independiente para que puedan tomar sus mejores decisiones en el futuro basadas en unos valores aprendidos durante su educación.
Este tipo de contenido te puede interesar si te estás haciendo alguna de estas diez preguntas que nos hacemos los padres que perdemos los nervios fácilmente
- ¿Por qué pierdo los nervios con mi hijo fácilmente?
- ¿Es normal perder los nervios con los hijos?
- ¿Cómo puedo controlar mi ira cuando estoy con mi hijo?
- ¿Qué puedo hacer para mejorar mi relación con mi hijo y evitar perder los nervios?
- ¿Cómo puedo comunicarme mejor con mi hijo para evitar conflictos y discusiones?
- ¿Qué técnicas puedo utilizar para relajarme cuando siento que estoy a punto de perder los nervios?
- ¿Cómo puedo ayudar a mi hijo a comportarse mejor y evitar situaciones que me hacen perder los nervios?
- ¿Qué puedo hacer cuando pierdo los nervios con mi hijo y me arrepiento después?
- ¿Cómo puedo mejorar mi paciencia y tolerancia con mi hijo?
- ¿Qué recursos puedo utilizar para obtener más información y ayuda para controlar mis emociones y mejorar mi relación con mi hijo?
No queremos niños sumisos, sobreprotegidos, tiranos sino que queremos formar con nuestra educación a nuestro hijos de la mejor forma posible para crear un adolescente autónomo y responsable.
Por suerte la sociedad está cambiando para respetar los derechos, libertades pero también crear unas responsabilidades al establecer normas y límites más coherentes para padres e hijos, todo ello desde una línea de máximo respeto.
Porque para educar desde el respeto, lo primero que tenemos que hacer es respetar
Educación Respetuosa
¿Quién es el responsable de como pierdo los nervios con mi hijo?
Cuando nuestros hijos sean adultos tendrán una serie de derechos y deberes, pues en la actualidad es hora de que tengan obligaciones y derechos acordes a la edad que tienen.
Porque todo lo que siembres ahora con una educación responsable, les hará convertirse en adultos libres que tomarán sus decisiones y asumirán sus propias consecuencias de éstas, siendo un adulto responsable en la sociedad que queremos crear.
En este sentido, los padres tenemos una gran responsabilidad con la educación de nuestros hijos, por lo cual necesitamos enseñar a nuestros hijos a desarrollar habilidades y destrezas durante su infancia para que estas le acompañen durante toda su vida.
Esta crianza necesita ser respetuosa desde las dos partes, respetando las necesidades de los padres y niños, al comprender que ellos no pueden hacer siempre lo que quieran, ni nosotros hacerles las tareas.
Necesitan una relación constructiva con tareas, derechos y obligaciones, tanto por la parte de los adultos como de los propios hijos, para construir adultos felices y responsables.
La responsabilidad cuando pierdo los nervios frente a nuestros hijos, es solo nuestra
Padres
En algún momentos de la crianza de nuestros hijos yo pierdo los nervios, es normal nos pasa a todos. Los padres somos de tirar la piedra para después esconder la mano, así que puedo decir que TODOS, sin excusa.
Hemos vividos momentos de desesperación con nuestros hijos y cansados de todo comenzamos a gritar, amenazar e incluso chantajear a esos seres maravillosos que tenemos un amor incondicional, pero que te cansa de estar negociando todo el día con ellos.
Todos tenemos guardado en nuestro inconsciente las heridas sufridas durante nuestra infancia, y cuando somos padres estas heridas vuelven a abrirse en la educación de nuestros hijos.
No te preocupes con esfuerzo, perseverancia y constancia podemos trabajar poco a poco para sanarlas para convertirnos en nuestra mejor versión diaria para nuestros hijos.
Todo lo que has ocultado en tu vida, vuelve a salir a la superficie si lo has ocultado, porque la vida es cíclica, y lo que nos ha superado y guardado en el baúl vuelve a aparecer para hacerte cargo de ello, porque es tu responsabilidad.
Es importante ser consciente de quién somos realmente, de conocernos profundamente para entender a nuestros hijos, necesitamos entender primero nuestra infancia.
Como fuimos criados y educados por nuestros padres, porque ocultamos en nuestro interior esas heridas de la infancia, que son necesidades no cubiertas cuando eras tú el niño. Al detectar esas carencias, podrás sanarlas y no transmitirlas a tus hijos y así no pierdo los nervios.
Hemos sido educados anteriormente, en que las necesidades de los niños no eran importantes, dónde ponemos solo foco en las necesidades de los padres y nos olvidamos de los pequeños de la casa, lo que hace que nos desconectemos de una crianza responsable.
Además hemos ido acumulando experiencias y miedos en nuestra mochila de padres de forma inconsciente. Tenemos miedo a hacerlo mal, porque hemos sido educados mayormente desde el lado del miedo en vez del amor, y desde esa parte las cosas no salen bien.
Para sanarlo, tenemos que educar desde nuestro amor incondicional, amar a nuestro hijo sobre todo lo demás, protegerlo y cuidarlo, para entender porque realiza ese mal comportamiento, separando la conducta del problema para ir después a solucionarlo, pero primero querer a nuestro hijo porque necesita nuestra protección y cariño, sobre todo los demás.
Trabajar para ganarse la vida está bien, pero ¿por qué esa vida que se gana trabajando tiene que desperdiciarla trabajando, para ganarse la vida?
Mafalda
¿Cómo encontrar el equilibrio si pierdo los nervios?
Las normas nos aportan seguridad, porque los niños entienden que hay cosas que no pueden hacer, y para ello introducimos los límites, para que conozcan lo que está bien y lo que está mal, pero siempre desde un amor incondicional sobre ellos, para después que entiendan aplicando consecuencias a esa norma establecida.
Los niños buscan confrontar con el adulto saltando esas normas establecidas, para conocer si esa norma es coherente para ellos, porque necesitan entender que está bien y mal, porque lo desconocen.
No se saltan la norma por que sí, si no porque todavía no entienden exactamente lo que les estás pidiendo, con lo cual, esa norma les va aportar seguridad, y les sirve para encontrar el equilibrio entre autonomía y autoridad.
Lo ideal, es poner pocas normas, pero que sean claras, específicas de lo que pides a tu hijo, y aplicar consecuencias reales al límite transgredido. Porque si ponemos muchas normas, podemos caer en el autoritarismo, dónde vamos a educar desde el miedo, y va ser contraproducente para la educación de tu hijo.
Lo ideal, es construir esas normas, junto a ellos, dependiendo de la edad, para que sean responsables de lo que piden y llegar un acuerdo coherente y consensuado entre las dos partes, porque el diálogo es productivo y porque sus argumentos son tenidos en cuenta, salvo que haya peligro real para ellos dónde ponemos el límite por su protección.
Nosotros somos modelos para nuestros hijos, sobre todo en la época anterior a la adolescencia, ellos aprenden de lo que decimos y hacemos, así que si quieres que tú hijo cumpla las normas de la casa, tú también tienes que estar dispuesto a cumplirla, porque si no tu hijo no va entenderlo.
Todo lo que haces y dices, guiará el camino de tu hijo, sé el ejemplo para ellos.
José Manuel Barrocal
10 Situaciones dónde pierdo los nervios fácilmente
1 – Gritas o levantas la voz de forma constante a tu adolescente
Llega el final del día, estás cansado de tu jornada laboral y quieres llegar a tu casa para estar tranquilo con tu familia, y entonces cualquier tema, aportación que realiza tu hijo te hace sacar de tus casillas y pierdo los nervios.
Comienzas a gritar o levantar la voz de forma desmesurada para exigir a tu hijo que te deje tranquilo para ver tu televisión, tomarte tu cerveza o realizar tu pasatiempo favorito.
Truco: ¿Qué te está alterando para no hablar tranquilamente?
Todos tenemos un mal día y puedes levantar la voz a tu hijo, pero si es una situación recurrente en tu casa, necesitas hacértelo mirar, por el bien de la convivencia familiar y así no pierdo los nervios.
2 – Has perdido el control de la situación, una y otra vez
Es un tema relacionado con la primera situación dónde yo pierdo los nervios, y como te comentaba anteriormente cualquier circunstancia que realiza mal tu hijo, te hace saltar de dónde estás para comenzar a exigir, enjuiciar, mandarle callar o cualquier comportamiento que lo único que hace es alejarte de tu hijo.
Truco: ¿Es tan grave lo que está ocurriendo?
Te invito a que te realices esta pregunta, porque a veces, hasta el vuelo de una mosca nos hace irritarnos de una forma brusca, y el único que paga los platos rotos es tu hijo, con una mala contestación, mala cara o un comportamiento desacertado por tu parte, y encima para ver como pierdo los nervios.
3 – No has sido coherente en lo que dices y haces
Como comentaba anteriormente, nuestros hijos nos ponen a prueba de forma constante, y cuando decimos una cosa pero realmente hacemos otra, ellos se dan cuenta de que no estamos siendo coherente, lo notan y después nos tienen cogida la matrícula, cuando queremos que ellos hagan lo que nosotros no somos capaces de hacer.
Truco: ¿Eres coherente con tu hijo?
En los cursos que he realizado con otros padres, he descubierto que nuestros hijos nos sacan los colores delante del grupo, cuando hacemos las sesiones conjuntas de padres e hijos.
Ellos no se cortan y dicen tranquilamente lo que piensan, como una anécdota que surge, los padres estaban continuamente quejándose del tiempo que pasaba su hijo en las redes sociales. Cuando de repente el niño le dice pero si tú estás todo el día enganchado al teléfono, hablando con tus amigas, viendo videos, etc.
Así que si quieres que tu hijo realice una actividad, se primero el ejemplo, haciendo tú esa actividad, verás como es más fácil conseguirlo, porque el ejemplo arrastra.
4 – Eres demasiado blando, permisivo, eres sobreprotector
Un error común de los padres, es que como nuestros padres fueron muy duros y exigentes con nosotros, entonces no queremos que nuestros hijos sufran nada, cuando es totalmente lo contrario, le estás sobreprotegiendo, metiendo en una burbuja imaginaria y que va estallar en tu cara, porque ellos tienen que entender que la vida no es de color de rosa, y a veces no van a salir las cosas como ellos quieren, y tienen que aprender a tolerar la frustración.
Truco: Las cosas no siempre salen como uno quiere, acéptalo
Nuestros hijos necesitan entender, que la vida es difícil, porque la mayoría de las veces, nos va poner situaciones límites dónde tenemos que comprender que no es como nosotros pensamos que iba a ser, sino que la vida te trae un conocimiento que aprender de esa situación.
Tus hijos es que tienen que aprender a gestionar la frustración, porque hay cosas que no están en nuestras manos y no podemos hacer que otra cosa, que aceptarlas simplemente.
5 – Eres autoritario y no dejas respirar a tu adolescente
Pensamos que poner normas y normas es contraproducente para nuestro hijo, porque le convertimos en una persona sumisa, Por ello una persona se convierte en autoritaria es porque no tiene ninguna norma establecida en su rutina diaria y está acostumbrado a hacer siempre lo que él quiere.
Esta acostumbrado a que nadie le dice lo que tiene que hacer, y encima tiene diseñado un sistema de llorar, cabrearse, tirar algo que le está funcionando para seguir haciendo lo que realmente le da en gana.
Truco: Normas te iluminan tu camino
Las normas que nos ponen nuestros padres nos proporcionan protección y seguridad, y es lo que necesita tu hijo para prepararse en la etapa adulta. Cuanto antes entienda tu adolescente, porque le pones esa norma, explicando el motivo concreto de ella, más responsable va a convertirse en el futuro.
6 – No conoces lo que le gusta a tu hijo
La mayor parte de los padres no conocen qué actividad les gusta más a sus hijos. No prestamos atención a esa actividad que se le da de cine de forma natural, y nos enfocamos en que tiene que hacer multitud de actividades para que esté preparado para su etapa de adulto.
Pon atención a esa actividad en la que tu hijo se queda absorto y tienes que ir a buscarlo, puede ser música, ajedrez, algún deporte, etc, y que siga practicándose hasta que se convierta en un experto de la materia o deje de gustarle.
Truco: ¿Quien elige la actividad extraescolar?
Estamos en una sociedad enfocada en hacer, hacer y seguir haciendo, y por ello queremos que nuestro hijo toque un instrumento, haga un deporte, estudie idiomas y una larga de actividades que acabarían con el adulto más disciplinado.
Pues no quiero imaginarte de un niño, que tras su jornada en el colegio, acaba cansado de tantas actividades a largo del día, acaba agotado y lo peor de todo que comenzará a odiar realizar ciertas actividades que seguramente antes les gustaba hacer, por la continua exigencia.
¿Les has preguntado a tu hijo qué actividades quiere hacer?
Pregunta y selecciona una o dos actividades que le gustaría hacer como extraescolar, muchas veces menos es más, y en este caso es así, pero sobre todo pregúntale a él lo que quiere hacer, no lo que a ti hubiese gustado hacer cuando tenías su edad.
7 – Quieres que tu adolescente haga lo quieres a la primera
Muchas veces nuestros hijos, no nos entienden lo que quieren que hagamos. Es un error porque desconocen específicamente qué es lo que tienen que hacer. Por ejemplo, queremos que limpien su habitación, pero no describimos con ellos que es limpiar la habitación para ambos.
Por lo cual, nuestro adolescente realiza lo que han entendido cómo limpiar y nosotros perdemos los nervios porque no ha hecho la tarea, pero la culpa es de que no hemos detallado en qué consiste la tarea de limpiar la habitación.
Truco: Especificar y detallar qué quieres que haga tu hijo
Muchas veces queremos enseñar a realizar la tarea a nuestro hijo, pero no tenemos el tiempo para hacerlos responsables de la tarea y pierdo los nervios. El ciclo ideal sería:
• Padre realice la tarea y explique en qué consiste a su hijo.
• Hijo realice la tarea y el padre ayude a realizar la tarea con él.
• El hijo realiza la tarea y el padre supervisará con él, todos los hitos del proceso para evaluar correctamente si se ha realizado correctamente.
• El hijo se hace responsable de la tarea y el padre supervisa de vez en cuando la tarea, porque nuestro hijo ha entendido el proceso de cómo se hace la tarea.
• Se realizan mejoras y cambios en el proceso de la tarea, de forma conjunta, porque esto es un ciclo de duración continua.
Tras entender este proceso ideal de realización de la tarea, ya que ahora puedes hacer responsable a tu hijo de cualquier tarea, solo necesita voluntad, paciencia y tiempo para desarrollarla.
8 – Ya no me respeta y te desafía constantemente
Es normal que a ciertas edades, nuestros hijos nos pierdan el respeto y comiencen a desafiarnos constantemente, suele producirse cuando realizamos una crianza protectora, y nuestros hijos no toleran la frustración y lo pagan contra sus padres.
Ese es el primer síntoma que aparece, y que si no atajamos en un primer momento, nuestros hijos van estirar el chicle hasta que los adultos seamos capaces de ponernos en nuestro sitio y comenzar una educación responsable basada en el respeto mutuo entre ambas partes.
Truco: El respeto es la máxima de una educación responsable
Es de vital importancia para una crianza saludable, que cada uno sepa los roles que tiene en esta etapa. Los padres necesitan ocuparse del rol de padres, no tener un rol de amigo, compadre u otro rol, por el contrario, nuestro hijo tiene que asumir el rol de hijo, para que la ecuación de la crianza sea óptima.
Si hay una base de respeto entre las partes y cada uno asumimos nuestro papel en el rol que nos toca, este problema va a desaparecer. Primero el respeto debe ser máximo para después llegar a acuerdos de normas y límites que sirvan para que nuestro hijo sea responsable y seguro.
9 – Te crees que eres responsable de todo lo que hace
Vivimos en una sociedad en la que los adultos creen que tienen que ser responsables de todo lo que hacen sus hijos. En principio es así, hasta que cumplan cierta edad, nosotros somos responsables de lo que hacen, pero ellos tienen que asumir las consecuencias de los actos que realizan.
Por ello los padres necesitan tomar cartas en el asunto y que las dos partes sean responsables de lo que está ocurriendo, no solamente, una parte, porque no habrá equilibrio y la balanza se caerá hacia una educación no responsable.
Truco: Hijo necesita asumir las consecuencias de sus actos
Todos somos responsables de nuestros actos, y por ello nuestros hijos necesitan ser responsables de las acciones que están realizando, y asumir las consecuencias de esas acciones, siendo acordes a su edad y al límite que han superado.
Al entender que sus acciones tienen consecuencias para ellos, van a comprender que no siempre van a poder hacer lo que quieran, y comenzar a ser responsables de las decisiones que van tomando y construir en un adulto autónomo y responsable.
10 – Te has dejado aconsejar por gente sin idea
Vivimos en una sociedad en la cual todos estamos dispuestos a dar consejos a cualquiera, aunque no tengamos experiencia en el tema, siempre sabemos lo que realmente la otra persona tiene que hacer.
Pero eso sí, que nadie me de consejos de lo que tengo que hacer, somos así de duales y prácticos, damos consejos sin que la gente no los pida pero no aceptamos ese consejo para nosotros.
Truco: ¿Cómo podría solucionar ese problema?
A través del coaching, he aprendido a no dar recetas ni consejos de lo que la gente tiene que hacer. El coaching me ha abierto otra perspectiva diferente para ayudar a otras personas a que la gente realice el cambio.
Lo primero es ayudar si la persona te lo pide, no dar consejos, ni juzgar a la otra parte, sino ayudar a que la persona encuentre la solución que quiere tomar para mejorar la crianza de su hijo, y desde ese prisma, hacerlo consciente y responsable de un plan de acción para ejecutar.
El autocontrol parte del autocuidado, por lo que el autocuidado es la clave para ti.
Cuidarse a uno mismo
Preguntas para tomar conciencia de porqué pierdo los nervios
• ¿Te gustaría controlar tus nervios?
• ¿Qué situación me hace gritar o perder los nervios?
• ¿Cómo decides acompañar a tus hijos?
• ¿Quién cuida de ti y de tu hijo?
• ¿Quién es el responsable de lo que te ocurre?
• ¿Quién elige la actividad extraescolar?
• ¿Puedo hacer algo para solucionar mi problema?
• ¿Por qué me bloqueo ante esta situación?
• ¿Qué tipo de padres quieres convertirte?
• ¿Eres coherente y ejemplo para tus hijos?
Me encantaría que me compartieras como te has sentido al leer el post, cualquier opinión o sugerencia que te has llevado, esa pregunta que te hizo reflexionar o que te haya hecho cambiar el click.
Espero que te haya ayudado a mejorar la crianza de tu hijo, a tomar conciencia de como pierdo los nervios y ser responsable de construir una relación duradera y feliz con tu hijo.
Recuerda
No olvides seguir mis consejos e ideas para padres solteros productivos para mejorar la relación con sus adolescentes en mi Blog.